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¿Sabías que en muchas zonas de nuestra geografía es más barato pagar las cuotas de una hipoteca que abonar la renta mensual de un alquiler?
Es por eso que algunas familias se plantean comprar una casa en propiedad. Sin embargo, para tomar esta decisión es importante tener en cuenta algunos aspectos más allá de lo que vas a pagar mes a mes:
Tener ahorros, fundamental para comprar casa
Muchos potenciales compradores olvidan que los bancos no suelen financiar el 100 % del precio de la vivienda a adquirir. Esto quiere decir que, si pides una hipoteca, esta cubrirá un máximo del 80 % del valor de tasación o de compraventa del inmueble (el más bajo de los dos), por lo que deberás tener ahorrado al menos el 20% restante para poder efectuar la compra.
Además, también necesitarás una suma importante de dinero para hacer frente a los gastos de constitución de la hipoteca y a los de compraventa: notaría, registro, gestoría, impuestos, etcétera. Se considera que la suma de todos estos costes puede llegar a alcanzar entre el 10 % y el 15 % del precio del inmueble. Así que, en total, necesitarás contar con unos ahorros de entre el 30 % y el 35 % de lo que te cueste la casa.
Tener ingresos estables y elevados
Otro requisito fundamental que deberás reunir para poder contratar un préstamo hipotecario es disponer de unos ingresos estables, regulares y relativamente elevados. Por tanto, es mejor que no te plantees comprar un inmueble si no tienes un empleo fijo, o si no llevas unos años llevando a cabo tu actividad profesional. También es importante que no tengas muchos créditos pendientes para tratar de evitar posibles sobreendeudamientos.
En ese sentido, desde el Banco de España aconsejan no destinar más del 35 % de los ingresos mensuales netos al pago de las deudas financieras. Por ejemplo, si cobras 1.500 €, las cuotas de tu hipoteca y del resto de tus préstamos no deberían sumar más de 525 €. En caso contrario, es muy probable que ningún banco quiera darte una hipoteca.
Cuidado con el Euríbor
Por último, deberás tener también en cuenta que el bajo precio de las hipotecas se debe, sobre todo, a que el euríbor cotiza en mínimos. Una subida del índice provocaría un encarecimiento de las cuotas mensuales. En este sentido, deberás calcular si podrías pagar las mensualidades en el caso de que el euríbor a 12 meses registrara unos valores de entre el 2 % y el 3 % (es su media histórica).
Existe, sin embargo, una manera de evitar los vaivenes del Euríbor: firmar una hipoteca fija. El motivo se debe a que el interés de estos préstamos se mantiene siempre constante, por lo que sus cuotas nunca cambian. Además, los bancos ofrecen actualmente unos tipos de alrededor del 2 %, así que puede ser un buen momento para contratar uno de estos productos. Eso sí, debes tener presente que, en este caso, las cuotas serán algo más altas, ya que el interés de las hipotecas fijas es, de momento, un poco más alto que el de las variables.