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Los Presupuestos fijan el cálculo de una nueva referencia basada en los valores del mercado
Los expertos avisan: si no se legisla con cuidado puede haber un nuevo «catastrazo». El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2018 incluye que la Dirección General del Catastro deberá calcular una nueva referencia para los valores inmobiliarios más fiel a la evolución del mercado. Los valores catastrales no pueden superar el 50% de los de mercado pero este límite no regirá para la nueva referencia, que recoge la disposición final decimoctava y la transitoria novena del borrador de las cuentas. Este valor, de momento, se quedará en la recámara ya que no servirá para aplicarlo al cálculo de los impuestos respectivos æImpuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) o de Incremento del Valor de los Terrenos Urbanos, la llamada «plusvalía municipal»–, pero la idea es que a largo plazo sustituya a las ponencias catastrales. Ante ello, la presidenta de la Comisión del grupo de «sabios» para la Reforma de la Financiación Local y socia-directora del despacho profesional AGM Management & Communication, Ana Muñoz, alertó ayer de que la futura aplicación del nuevo valor puede degenerar en un «catastrazo».
«Me preocupa que la determinación de esos valores de referencia se haga sobre ejercicios en los que hemos estado en una etapa de crecimiento de valores de mercado», advirtió ayer en unas jornadas de financiación territorial organizadas por Fedea y el Instituto de Estudios Fiscales, para avisar que hay que evitar que acabe en un «catastrazo» al revisar cómo habían evolucionado la recaudación de IBI y plusvalía municipal en los últimos años.
Por ello, defendió que Hacienda y los expertos, que entregaron su informe el pasado julio, fijen qué años coger y obliguen a tomar ciclos temporales en los que haya habido cierta estabilidad de precios inmobiliarios, para evitar dejarlo al arbitrio de los ayuntamientos, ya que pueden tener el incentivo de tomar épocas alcistas y así subir los impuestos.
También reseñó que economistas, estadísticos e ingenieros trabajan en el nuevo valor con resultados dispares: al depender del mercado es más volátil que el catastro –que se suele revisar cada cierto tiempo, en teoría diez años– y varía mucho de zonas a la baja a otras que viven un boom, como Madrid.
Si suben los valores, deberá bajar el tipo de IBI
El aviso se lanza para años venideros. Por el momento, y tras un proyecto piloto en Castilla-La Mancha de cuatro años, el nuevo valor de mercado se utilizará solo para combatir el fraude en las valoraciones. Para que sustituya a las ponencias catastrales hará falta antes reformar la Ley de Haciendas Locales. Previsiblemente este cambio vendrá con la futura reforma de la financiación local, en barbecho ante su falta de apoyos al Gobierno.
La economista abogó por aliviar a los contribuyentes y que si se suben los valores, se baje por Ley la horquilla de tipos en impuestos como el IBI, además de recoger las peculiaridades de cada zona. Por lo demás, Muñoz defendió los nuevos valores, que al estar constantemente alineados con los valores del mercado, recogerán mejor la apreciación de los inmuebles.