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Desde 2010 en España existe la figura del Personal Shopper Inmobiliario para defender una de las partes que hasta el momento estaba desprotegida: el comprador. El Personal Shopper le acompaña en la compra de cualquier inmueble que se demande buscando, encontrando, negociando y cerrando la mejor opción para el cliente.
Los cuatro beneficios de un personal shopper inmobiliario son los siguientes:
1.- Tiempo:
Ahorra al comprador el 70% de las visitas que se hacen con una inmobiliaria tradicional.
2.- Preocupaciones:
Ahorra y evita sorpresas de vicios ocultos, aporta informes técnicos, financieros y legales. Es lo que se conoce en el sector como ‘due dilligence’ o investigación previa de la vivienda y el edificio: inspección técnica del edificio para ver posibles derramas futuras e inspección jurídica de la vivienda, esto es, mirar si tiene cargas hipotecarias, cargas fiscales, etc.
3.- Dinero:
Ahorra entre el 5% y el 20% de los precios de salida de la vivienda. Es un ejercicio esencial tener un control exhaustivo de los precios de mercado de la zona donde esté ubicada la vivienda a comprar.
4.- Conflicto de intereses:
Ahorra el conflicto de intereses, ya que el personal shopper se posiciona a favor del comprador. Y gestiona el pago de impuestos, como el ITP o el IVA o el IBI. Además, también se encarga de llevar la documentación al notario y el cliente sólo va a firmar las escrituras de compraventa. Otro servicio es llevar esta documentación al registro de la propiedad.